ÂNSIA NAVEGUENTA

Ciertamente Heidegger ha aprobado este protocolo pero haciendo notar que no se había trasmitido la atmósfera de la conversación, y por otra parte tampoco lo habría hecho un «estenograma completo»: ninguna escritura habría podido trasmitir lo que se había dicho allí. No, no és posible reconstituir el hecho de su materialidad, para tramas legales, sin una imensa descaracterización (descontextualización).

Lo que se dijo allí se dirigía a colegas y a estudiantes, a discípulos en el sentido amplio de esta palabra. Como el dirigirse de Dionisio, en su apóstrofe a Timoteo, este texto tiene una virtud pedagógica o psicagógica. No permanece, como texto (escrito u oral, importa poco) más que en esta medida: repetición o iterabilidad en un camino agógico.

Pero no hay jamás oración, ni siquiera apóstrofe, en la retórica de Heidegger. A diferencia de Dionisio, no dice jamás «tú»: ni a Dios, ni al discípulo, ni al lector. No hay sitio, en todo caso no hay sitio regularmente asignado, para esos enunciados «ni verdaderos ni falsos» que serían oraciones según Aristóteles

ÂNSIA NAVEGUENTA

Ânsia naveguenta dos

Espelhos, devorando exílios

Rebuscados nas manhãs frias

E permanentes, anunciando

Abrigos em murmúrios submersos

No verbo contínuo aguçado

No som da garganta, mais a

Espuma dos gestos desconexos

A flutuar.

Nunca o oráculo

Porque

Imagina ventos

Com olhos agônicos

Extrai loucura do vendaval

Desterrado no pesadelo

DA VIGÍLIA;

Nunca o...

Enquanto os gestos

Passeiam pálidos;

Nunca a inconfidência

Ofertada pelas veredas

Onde mantenho o sonho

POUSADO.

Ainda que fábula

Percorrida por prece,

Ainda que ritmo arredio

 De dia sem fim,

JÁ ME ENCONTREI.

Vago no amanhecer

Das notícias, vinha

Para conhecer o mundo,

Quintal do abandono

Entre lições amargas

E vales em alvoroço.

Teoria dos sonhos

No ritmo das braçadas,

Ânsia naveguenta

Dos espelhos.

Bouquet aquático

Revelando um continente

Desfigurado, uma

Geografia de distâncias

Espantando a permanência

De quando em quando,

Biografia de súbito

Desatinada, cinza

Na atmosfera do vazio.

Matheus Dulci, KM