quarta-feira, 2 de outubro de 2019

El capitalismo és deconstructivista?


K: Si se está en USA no es necesario pensar esto. En relación a ello, si preguntamos qué es lo que se piensa, encontramos un problema común, tanto en Francia como en Japón, es decir, el poder que impregna a cualquier tipo de cultura es la verdadera cuestión. Partiendo del problema derridiano, al sustraer el «juego de los textos» que depende del contexto francés, el resultado ¿no se aproxima acaso en gran medida al problema de la matemática gödeliana? Además, ¿no hay que pensar también el problema del capitalismo en relación a esto?
DERRIDA: Karatani se ha referido al problema de Japón, pero he de matizar dos cuestiones.Dice que al no darse construcción en Japón, la deconstrucción es demasiado superficial. Ésta es la cuestión. En primer lugar, no creo que el Japón actual se pueda resolver de un modo tan simple. Por ejemplo, el Japón contemporáneo no se ha construido a partir de una única tradición, sino que se debe dar una síntesis en tanto que también ha echado raíces profundas el modelo occidental. Si nos referimos exclusivamente al plano filosófico, en la universidad se enseña tradicionalmente filosofía occidental. La deconstrucción ¿no tiene acaso una funcionalidad respecto a eso? En segundo lugar, la deconstrucción en Japón ¿es realmente tan superficial? Persiste la cuestión de si se puede llegar a decir que la deconstrucción es un elemento directamente incluido en el estilo del pensar japonés. Ciertamente, es habitual que los japoneses me digan que el pensamiento japonés, el zen de Dogen [1200-1253], este tipo de cosas ya pertenecen a la deconstrucción. Sin embargo, si eso fuera así, por ejemplo por qué el libro de Asada ha recibido una respuesta tan desmesurada. Si se trata de que simplemente ha repetido unos elementos deconstructivos que ya se daban en el pensamiento tradicional japonés, no se explica una recepción de tal magnitud en la actualidad.
A: Se han planteado tal cantidad de problemas, que parece en este punto necesitarse un poco de construcción [risas]. Si desarrollo la explicación de Karatani, resultaría lo siguiente. En Francia, donde el fuerte sistema logocéntrico es dominante, la estrategia textual de la deconstrucción ha tenido un gran impacto. En USA, donde hay una tradición de pensamiento abierto y moderado como es el pragmatismo, aunque este pragmatismo en realidad no tiene nada que ver con la deconstrucción, puede surgir entre ambos una extraña relación de complicidad. ¿Qué ocurre en Japón? En mi opinión, al pensar la occidentalización y la modernidad en Japón, aunque el impacto de la deconstrucción frente a esto es grande, lo que ha enfatizado Karatani es que debido a que en la tradición japonesa no se da más que una secuencia de pensamiento débil, la deconstrucción como mínimo no puede tener un impacto en la medida que en Francia, y que puede desviarse a un retorno superficial a la tradición. En este punto, Karatani ha hecho un giro hacia el problema de las matemáticas y del capitalismo, que aparentemente son realidades independientes a las situaciones particulares descritas. Esto significa que hace una reducción del problema derridiano finamente tejido por medio de la compleja «estrategia textual», a un tipo de «problema matemático», y más aún la aplica a la teoría marxista del capital. (Nota de Asada: si establecemos que la estrategia textual consiste en desmontar el sistema mediante la desviación y la inversión, la estrategia matemática, por medio de la ordenación y la formalización del sistema, consiste por el contrario en hacer emerger un tipo de fisura. En Japón, donde se da un desorden no menospreciable en cuanto al número de juegos de palabras, es más fructífera ésta última. Si resumimos la opinión de Karatani de manera drástica, resulta algo como lo que acabo de exponer).
K: También son un problema las dos cuestiones que ha planteado Derrida. Respecto a si en Japón hay construcción, el budismo y el confucianismo son en cierto sentido sistemáticos, constructivistas, y al mismo tiempo, un cierto tipo de budismo y de taoísmo intelectual quizá podemos decir que son completamente deconstructivistas. Pero yo no pienso la construcción/deconstrucción en esos términos.Tanto en India como en China y Japón, la matemática ha avanzado mucho, pero siempre se ha limitado a problemas prácticos. Quizá sea sólo en Grecia donde se ha configurado más allá de la resolución de problemas prácticos, y se ha formado un platonismo basado en la matemática. Esta diferencia me parece relevante. Por ejemplo, también en el budismo se da una especie de crítica al platonismo, pero sea como sea en India no hay una filosofía basada en la matemática. Derrida ha escrito una crítica a «Die Frage nach dem Ursprung der Geometrie»[i], y tanto Derrida como el propio Husserl enfocan el problema fundamental de la metafísica occidental en relación con la matemática.Personalmente valoro esto mucho.Por supuesto, si nos referimos a Descartes o a Kant tenemos el mismo planteamiento. Quizá sea Heidegger quien al contrario tenga una visión menospreciativa de esto.
A: ¿Se apoya en los juegos de lenguaje?
K: En sentido relativo, sí [risas]. A ese respecto, Derrida ha mostrado una actitud fundamental en relación al problema de los fundamentos de la matemática, pasando por Husserl. Gracias a esto por primera vez cobra sentido la deconstrucción. En USA sólo se está aplicando la deconstrucción en un campo muy limitado de la crítica literaria, pero ¿no es acaso en el campo de la matemática donde está su centro de gravedad? Al hablar aquí de si la deconstrucción en Japón es superficial o no, personalmente sostengo que no es ni superficial ni otra cosa, simplemente es que no hay [risas].
A: El problema reside en qué es lo que está en condiciones de ser sometido a deconstrucción. Karatani sostiene que sólo un sistema rígido basado en una matemática conceptual y formalizada debe ser sometido a deconstrucción. Aun concediendo que en Japón haya un sistema, ¿se trata de que no es un sistema de ese tipo?
K: Así es. En este punto, el que se esté vendiendo el libro de Asada es un problema muy importante. Su libro es un tipo de teoría del capitalismo, pero dicho a mi manera, se trata de que el capitalismo es deconstructivista. Sin embargo, su libro que trata de esto también vende. En esa medida el capitalismo tiene capacidad de salir al paso [risas].
DERRIDA: Hagamos unas apreciaciones sencillas. El que en USA la deconstrucción se limite efectivamente al campo de la literatura, que no les preocupe la base filosófica, y que se haya recibido como una simple metodología, es tal cual se ha dicho. Sin embargo, la situación está cambiando rápidamente. Como ocurre con el trabajo de Rudolph Gasché, se está criticando la aplicación exclusivista de la deconstrucción, y se está comenzando a aclarar su base filosófica. Además, con respecto a la superficialidad, inutilidad de la deconstrucción en Japón, puede que también sea así. En definitiva, el objeto de la deconstrucción es el edificio de la modernidad de construcción relativamente reciente gracias a la importación de lo occidental, pero por medio de la deconstrucción, al tiempo que se puede librar de los atuendos adoptados hasta ahora provisionalmente, pueden aparecer elementos tradicionales.Esto complacerá a algunos. Finalmente, respecto a la sugerencia de que el propio capitalismo es deconstructivista, no tengo ningún problema en aceptarlo. El capitalismo en su propia teoría es auto-deconstructivista, pues no debe ser de otro modo.Ahora bien, esta auto-deconstrucción en realidad ¿no es algo que ya precede al capitalismo?, ¿no es el capitalismo en cuanto tal una fase que se da dentro del movimiento hacia la auto-deconstrucción iniciado con anterioridad a aquél? Pues no debe ser de otra manera. He utilizado la expresión auto-deconstrucción, pero esto no quiere decir que algo idéntico a sí mismo se desarticula a sí mismo, sino que es la propia auto-identidad, el propio autos el que es deconstruido. Éste es un movimiento que se comprueba por todas partes, siendo el movimiento capitalista un caso particular del mismo.

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